Con ejercicios físicos adaptados, se pueden fortalecer músculos, prevenir caídas y mejorar la circulación. Desde rutinas suaves hasta ejercicios con equipos específicos, existen múltiples opciones para mantenerse activo a cualquier edad.
Es importante elegir actividades adecuadas al nivel de cada persona y, si es necesario, contar con supervisión médica para mayor seguridad.Considerar si se cuenta con espacio suficiente en casa para usar y almacenar el equipo sin dificultad.
Es clave elegir ejercicios y dispositivos que se adapten a la condición física de la persona mayor para evitar riesgos y maximizar los beneficios.
El ejercicio ayuda a mantener la fuerza muscular y la flexibilidad, previniendo caídas y lesiones.
Mantenerse activo reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fomenta una vida más independiente.
El movimiento activo contribuye a reducir problemas circulatorios y a prevenir la hinchazón en piernas y pies.
Depende del estado físico, pero en general, los ejercicios de bajo impacto como caminar, estiramientos, y el uso de pedales estáticos o mini elípticas son ideales.
Siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un profesional o médico, especialmente si la persona mayor tiene problemas de salud.
Depende de las particularidades de cada persona, pero a partir de 30 minutos diarios de actividad física moderada pueden ser suficientes para notar beneficios.