Debe colocarse en la cocina, cerca de calderas o calentadores de agua.
Modelos con baterías son más flexibles, mientras que los eléctricos no requieren cambios de batería.
Algunos modelos detectan solo monóxido de carbono, mientras que otros cubren gas natural y propano.
Un sonido fuerte es crucial para alertar a personas mayores con problemas de audición.
Algunos detectores pueden integrarse con Alexa o Google Home para recibir alertas en el móvil.
Permite a los cuidadores monitorear remotamente la seguridad del hogar.
Detecta monóxido de carbono y otros gases peligrosos antes de que representen un riesgo.
Reduce el riesgo de incendios causados por fugas de gas.
Notifica con sonido o luz cuando detecta gas en el ambiente.
En la cocina, cerca de calentadores o cualquier fuente de gas, pero no demasiado cerca para evitar falsas alarmas.
Se recomienda hacer pruebas mensuales y cambiar baterías al menos una vez al año.
En algunos países y estados, sí. Independientemente de la ley, es altamente recomendable.
Pueden desgastarse con el tiempo, por lo que deben reemplazarse cada 5-7 años.