Prioriza muebles con funcionalidades específicas, como camas ajustables y mesitas de fácil acceso.
Opta por materiales resistentes y fáciles de mantener, como maderas tratadas o metales de alta calidad.
Asegúrate de que el mobiliario sea compatible con dispositivos médicos o de asistencia que puedan ser necesarios en el futuro.
Muebles diseñados para ser funcionales y accesibles mejoran la experiencia diaria en esta estancia.
Adaptaciones como barras de apoyo o camas ajustables permiten mayor independencia al moverse en el dormitorio.
Un dormitorio adaptado minimiza el riesgo de caídas y facilita la recuperación tras problemas de movilidad o salud.
Camas y colchones ergonómicos contribuyen a un sueño reparador, fundamental para la salud.
Las camas articuladas, preferiblemente motorizadas, son ideales por su facilidad para ajustar posiciones y brindar soporte adicional.
Debe ser ergonómico, aliviar puntos de presión y adaptarse a la postura del usuario. La espuma viscoelástica es una de las mejores opciones.
Sí, son excelentes para mejorar la seguridad y facilitar los movimientos al acostarse o levantarse.
Mesitas de noche accesibles, sillones reclinables y armarios con puertas fáciles de manejar.