Asegúrate de que las ayudas sean compatibles con diferentes tipos de prendas o calzado.
Los productos deben estar diseñados para reducir el esfuerzo físico y adaptarse a las limitaciones de movilidad.
Busca artículos hechos de materiales resistentes que soporten un uso frecuente.
Productos adaptados hacen que el proceso de vestirse sea más rápido y menos agotador para el cuidador.
Ayudas ergonómicas reducen el riesgo de caídas o tirones musculares al vestirse.
Facilitar el acceso a herramientas adaptadas fomenta la autonomía de las personas mayores.
Mantener la capacidad de vestirse sin ayuda mejora la autoestima de la persona mayor.
Sillas de apoyo, calzadores de mango largo y ayudas para abotonar ropa son básicos para simplificar esta tarea.
Asegúrate de que los productos sean ergonómicos, fáciles de usar y compatibles con las necesidades específicas del mayor.
Sí, como prendas adaptadas con velcro o sistemas de cierre más sencillos que facilitan el proceso incluso en casos de dependencia severa.